Pedro aclara a aquellos que regresaron a la ley de Moisés son como fuentes sin agua y como nubes empujabas por la tormenta (2 Pedro 2:17-18). Incluso parecen traer lluvia, es decir traer algún abastecimiento, pero en realidad la tormenta llega y se los lleva, dejando a la iglesia sin provisiones.