“Voy a seguir”. Cinco días de silencio absoluto, de retiro o quizás de estrategia política. Cinco días que terminaban con lo que muchos ya sabíamos, no iba a abandonar la Moncloa tan fácilmente. Eso sí, una vez más Pedro Sanchez nos ha vuelto a sorprender. Ha provocado que España viva, los que posiblemente sean, los días más bochornosos de su historia democrática. ¿Víctima o verdugo? ¿Mártir o actor profesional? ¿Qué hay detrás de este coitus interruptus del Presidente del Gobierno?