La caída de Satanás se registra en Isaías: "Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto junto a las estrellas de Dios levantaré mi trono y en el monte del testimonio me sentaré a los lados del Norte sobre las alturas de las nubes Subiré y seré semejante al altísimo.