Lucifer es retratado en Ezequiel como el rey de tiro, y en Isaías como Nabucodonosor rey de Babilonia él era el modelo de la perfección lleno de sabiduría y hermosura pero todo ese esplendor lo usó para enredar a un tercio de Los Ángeles y hacerlos rebelarse contra Dios. Que esto nos sirva de advertencia. Quienes buscan la primacía llevan la marca de la rebelión y se convierten en adversarios de Dios.