Aún a sí había oportunidad y ella lo sabía, cómo en aquellas veces en que se iba de paseo con su segundo padre, y la pasaba súper bien con sus primos, eran sus segundos hermanos y se divertían tanto que en ocaciones pensaba que aquello le duraría toda la vida, ir de compras, ir a comer a algún mol, era una parte de la vida que sí disfrutaba y de la cual pensó que en realidad no acabaría, qué la amistad que el compañerismo que radicaba allí duraría para siempre y que las personas que en esos momentos se sentían igual que ellas pasaría toda la vida de igual manera, no hay que decir que no es a sí porque aún en los días más alejados aún seguía teniendo comunicación con ellos, pero ya la cosa ha cambiado ya estaba algo grandesita para aquello días de gloria, para esa vida que parecía estar allí esperando a ser vivida y que ellos a menudos se sumergían en la aventura sin más que el sentido de la emisión viajando por sus venas sin más, porque era emocionante, demasiado, aún a sí conformarse con lo más bonito sigue valiendo la pena, los recuerdos que quedaron parecieran que nunca se fueran a borrar, pareciera que la niñez sigue ahí, pues como no si aún de vez en cuando sea guía haciendo berrinches.