Esta semana recibía un mensaje privado por Instagram de una mujer que me compartía la situación por la que está atravesando. Ella no tiene una enfermedad autoinmune; pero su hijo, sí, una espondilitis anquilosante que no respondía al tratamiento del reumatólogo. Esta persona me compartía que verlo con 30 años caminando agarrándose de las paredes y con un bastón le partía el alma. Ésta fue parte de mi respuesta...