El tiempo pasa como un torrente furioso, devora todo a su paso, es
implacable, poderoso y, aparentemente invencible. La vida humana se puede
reducir a una cadena de pérdidas y olvidos, incluso podría ser un círculo
donde todo está condenado a repetirse una y otra vez. Todos los días algo
muere dentro de nosotros, fuimos alguien, queremos ser algo y, en este
preciso instante, somos. Cronos rige con puño de hierro nuestro devenir.
Sin embargo, la ciencia, la filosofía y la literatura, buscan maneras de
hacerle frente, burlar su infinito cauce y saltar a placer por sus
imperecederas aguas.
Los científicos se han avocado a nutrir una serie de teorías que sugieren
la posibilidad de dar un salto al futuro o viajar al pasado, y aunque
resulta fantasioso no es imposible.