Así se vivía la Edad Media en las monarquías, sin baños ni higiene, con techos profundos desde donde los escarabajos, ratas y cucarachas se mantenían calientes y luego saltaban al suelo. Donde los niños podían morirse cuando se bañaban por el agua estancada, dónde los excrementos eran lanzados por las ventanas, y las faldas se usaban para disimular el fuerte olor. Donde podías morir envenenado por el óxido y sufrir narcolepsia. Incluso dónde el ramo de novia ahuyentaba los olores.