
Sign up to save your podcasts
Or
Hay que pedir a cada uno lo que cada uno puede dar, dice el Rey al Principito en el capítulo 10.
Hay personas que aman en los márgenes que conocen, personas que quieren a alguien pero también se quieren mucho a sí mismos, los hay que aman un ideal, los que aman poco porque su corazón está herido y los que dan mucho porque desean que les amen más y también los hay que un día comprenden que amar es un misterio que empieza por uno mismo.
Entendiendo esto, esperar que nos amen como hemos soñado genera unas falsas expectativas que solo producen angustia y amargura. Es posible que al soltar las expectativas se genere un alivio inmediato , la relación se vuelve más ligera, pues aceptamos a la persona como es, con sus mecanismos y límites y disfrutamos de aquello que nos ofrece en el presente. Asimismo, no podemos mendigar amor o conformarnos con migajas. Tenemos que sabernos merecedores de un buen amor que nos aporte y no nos reste, que sea un apoyo y ayuda en el día a día y, más aún, en las dificultades y momentos especiales para que sean más llevaderas es lo mínimo que debemos esperar de una relación.
El Amor puede hacerse cada día pero también puede debilitarse si no se es consciente del valor que tiene en nuestras vidas. El camino compartido ha de estar equilibrado en ganas e ilusión pero también se ha de tener la madurez y sabiduría para saber los límites de cada uno, sobreponerse, perdonar, seguir creciendo, avanzar ,soltar, fluir y , sobre todo, respetar. Antes de navegar hacia ese rumbo compartido, uno ha de haber tomado la responsabilidad de su vida (se llama madurez)pues si el fruto no está maduro, no puede recogerse nada.
El equilibrio en las relaciones es algo muy frágil pero no hay que perder la perspectiva: una pareja son dos y no uno. El esfuerzo por regar y abonar la tierra que dará frutos ha de ser de ambos. Sin ese compromiso es imposible avanzar.
Sí, no existe el cuento de hadas perfecto pero sí es posible construir un pequeño oasis cuando se asientan unas buenas bases para una vida en común. Si ambas personas “miran juntos en la misma dirección” ( Antoine de Saint Exupery) se esforzarán con ilusión y ganas; con esto, ya está el terreno ganado.
Pero no olvides que no puede ( ni debe) tirar uno solo del carro. Eso crea un desequilibrio de fuerzas que acabará por destruir la pareja. No puede arreglar uno solo las cosas si no que para arreglar algo dañado se necesitan dos corazónes cuya prioridad sea amar y construir juntos.
El Amor suma cuando en su ecuación hay dos personas dispuestas a entregarse en cuerpo y alma a ese abismo que es AMAR.
Tema musical: Forest Walk de Alexander Nakarada | https://www.serpentsoundstudios.com
Hay que pedir a cada uno lo que cada uno puede dar, dice el Rey al Principito en el capítulo 10.
Hay personas que aman en los márgenes que conocen, personas que quieren a alguien pero también se quieren mucho a sí mismos, los hay que aman un ideal, los que aman poco porque su corazón está herido y los que dan mucho porque desean que les amen más y también los hay que un día comprenden que amar es un misterio que empieza por uno mismo.
Entendiendo esto, esperar que nos amen como hemos soñado genera unas falsas expectativas que solo producen angustia y amargura. Es posible que al soltar las expectativas se genere un alivio inmediato , la relación se vuelve más ligera, pues aceptamos a la persona como es, con sus mecanismos y límites y disfrutamos de aquello que nos ofrece en el presente. Asimismo, no podemos mendigar amor o conformarnos con migajas. Tenemos que sabernos merecedores de un buen amor que nos aporte y no nos reste, que sea un apoyo y ayuda en el día a día y, más aún, en las dificultades y momentos especiales para que sean más llevaderas es lo mínimo que debemos esperar de una relación.
El Amor puede hacerse cada día pero también puede debilitarse si no se es consciente del valor que tiene en nuestras vidas. El camino compartido ha de estar equilibrado en ganas e ilusión pero también se ha de tener la madurez y sabiduría para saber los límites de cada uno, sobreponerse, perdonar, seguir creciendo, avanzar ,soltar, fluir y , sobre todo, respetar. Antes de navegar hacia ese rumbo compartido, uno ha de haber tomado la responsabilidad de su vida (se llama madurez)pues si el fruto no está maduro, no puede recogerse nada.
El equilibrio en las relaciones es algo muy frágil pero no hay que perder la perspectiva: una pareja son dos y no uno. El esfuerzo por regar y abonar la tierra que dará frutos ha de ser de ambos. Sin ese compromiso es imposible avanzar.
Sí, no existe el cuento de hadas perfecto pero sí es posible construir un pequeño oasis cuando se asientan unas buenas bases para una vida en común. Si ambas personas “miran juntos en la misma dirección” ( Antoine de Saint Exupery) se esforzarán con ilusión y ganas; con esto, ya está el terreno ganado.
Pero no olvides que no puede ( ni debe) tirar uno solo del carro. Eso crea un desequilibrio de fuerzas que acabará por destruir la pareja. No puede arreglar uno solo las cosas si no que para arreglar algo dañado se necesitan dos corazónes cuya prioridad sea amar y construir juntos.
El Amor suma cuando en su ecuación hay dos personas dispuestas a entregarse en cuerpo y alma a ese abismo que es AMAR.
Tema musical: Forest Walk de Alexander Nakarada | https://www.serpentsoundstudios.com