Agradece a este podcast tantas horas de entretenimiento y disfruta de episodios exclusivos como éste. ¡Apóyale en iVoox! La Ganga se reúne en la intimidad una vez más, esta vez mecida por la resaca del día de Muertos, que a cada una ha tocado de una manera u otra, para degustar unas croquetas melosas de carne y foie (veganas, of course) y unos txikinuggies variados y de paso para ponerse al día. La conversación es ligera y efervescente, a pesar de la morosidad de la resaca, una resaca que, imperceptiblemente, nos va alejando de la orilla de lo real consensuado, arrastrándonos a las aguas sin fondo de los universos paralelos donde lleva habitando EPSA desde hace una década, una década que bien podría ser un siglo. Allí nos quedamos, sorteando remolinos succionadores y la violencia del oleaje, hasta que la reunión, despuntando la madrugada, se disuelve, y cada miembra de la ganga carga sobre sus hombros el regreso a tierra firme, la tierra estanca de esta realidad que cada vez les resulta más ajena. Este regreso sólo puede hacerse en soledad, y cada vez que una de las epsers toca suelo no le queda otra que confiar en que las demás también lo han hecho, hazaña que confirmarán en una semana, cuando la Ganga vuelva a cristalizar gracias a la presencia de las Cuatro Primigenias, como lleva haciendo desde donde llega la memoria, siempre con la incertidumbre de que la semana próxima todo este proceso vuelva a empezar.
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