En algunos lugares, la naturaleza nos regala rincones esculpidos de la forma más caprichosa y asombrosa. No es de extrañar que, en estos lugares, la mente de los hombres se deje guiar por la imaginación, creando leyendas e historias que, aunque sean fantásticas, contribuyen a aumentar la belleza de aquellos emplazamientos. Es lo que ocurre con el llamado Ventano del Diablo.