Muchos de esos cambios pueden hacer que tu día sea maravilloso o por el contrario una agonía y un día perdido. Eso es lo que tienen los cambios y por eso nos dan miedo. No saber cómo vamos a reaccionar, no saber si va a ser para bien o para mal. No saber si mejorará nuestra situación o por el contrario será peor. El cambio es algo que te produce dolor de cabeza, una punzada en el pecho, un sentimiento de angustia. La manera en que lo enfrentas es lo que marcará muchas veces el camino que recorres en la vida.
Si miramos profundamente, los acontecimientos, los sucesos, las apariencias, cambian constantemente…Sólo en la profundidad del ser, podemos aceptar y procesar todos estos cambios.