La palabra de Dios está llena de tesoros y bendiciones de las que podemos disfrutar si tan sólo la ponemos en práctica. No se trata tan sólo de escucharla, sino que se trata de vivirla.
La palabra de Dios está llena de tesoros y bendiciones de las que podemos disfrutar si tan sólo la ponemos en práctica. No se trata tan sólo de escucharla, sino que se trata de vivirla.