Es cierto que a menudo las personas no viven de la manera en que podrían o deberían. Nos dejamos llevar por banalidades, ideas incorrectas y muchas veces nos perdemos en preocupaciones triviales en lugar de centrarnos en lo que realmente importa. Esto puede ser el resultado de una serie de factores, incluyendo presiones sociales, expectativas irracionales y una falta de autoconocimiento.
En la sociedad actual, estamos expuestos constantemente a una avalancha de información, opiniones y distracciones. Las redes sociales y los medios de comunicación nos bombardean con imágenes idealizadas de éxito, riqueza y felicidad. Esto puede generar una sensación de insatisfacción constante, ya que nos comparamos con los demás y nos sentimos presionados para alcanzar un nivel de vida que puede no ser realista o auténtico para nosotros.