Siempre hay situaciones que nos preocupan y nuestros sentimientos se ven afectados. Hay un momento en que Jesús les dice a sus discípulos y a todas las personas que lo rodean, en el evangelio de Mateo 11:28-30 " Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
“Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; “porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.
Esta es una invitación que Jesús nos hace, que estamos llenos de preocupaciones, de angustias, de estrés, que estamos constantemente sufriendo estas variaciones en nuestras emociones.
Es cierto que no podemos evitar algunas tormentas en nuestras vidas, pero Jesús nos dice, ustedes que siempre están cargados y angustiados vengan a mí que yo les haré descansar. Parece algo difícil de creer que podamos tener descanso en medio de la tormenta, pero nuestra relación con el Señor nos da ese descanso.
Jesús se mantuvo ecuánime hasta la cruz porque tenía una relación con el Padre que lo tranquilizaba, y así fue que cumplió su misión de morir en la cruz.
Filipenses 4:6 por nada estéis afanosos; sino sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros
pensamientos en Cristo Jesús.
Sólo Dios nos puede dar la paz que necesitamos.