Muchas personas, niños, adolescentes, adultos y hasta ancianos ven espíritus en su casa, pero casi todos lo ocultan por temores, prejuicios religiosos y sociales, miedo al ridículo, etc. los espíritus no son fantasmas, duendes ni demonios, sino personas, seres humanos normales que han perdido su cuerpo físico y siguen viviendo en la dimensión espiritual. Veamos que hacer en estos casos.