Me encontré repetidamente en mi camino de crecimiento personal con una enseñanza que propone un amor propio tal que no necesita amor del exterior.
Sí, suena lindo tener ese nivel de independencia y de autonomía pero también suena irreal en esta realidad material en la que estamos encarnados.
Somos mamiferos que necesitamos afecto. Estamos hechos de amor. Desde nuestras células hasta la consciencia que habita el cuerpo proviene del amor.
Si somos amor, cómo no necesitarlo? cómo no necesitar de la interacción con los demás?
Que el ego espiritual no nos aisle y aleje de los demás...
Amor propio como aspiración más grande en la vida para ganar el juego SÍ!
Pero si eso los lleva a rechazar el amor externo o no abrirse a la interacción con los demás NO!