María nos recuerda una vez más que está presente para interceder por nosotros.

Jesús el buen pastor está en búsqueda constante de nosotros, se hace hombre para tomarnos en sus brazos y conducirnos a los que da vida.

La esperanza no es rechazar el pasado, cerrar lo ojos al presente o soñar con un futuro mejor; es fundamentar la vida en una persona que no falla: Jesucristo.

Sin duda los proyectos y planes no saldrán adelante sino existen testigos.

Iluminados por el hombre que construye su casa sobre roca, quiero compartir una breve reflexión.

El silencio y la quietud son la oportunidad para escucharnos y descubrir el camino, aunque al inicio duela. 

Él da vigor al fatigado

Cuantas veces en la vida, nos hemos preguntado qué es lo que Dios quiere de nuestra existencia.  En ocasiones lo percibimos lejano, cuando la realidad es que está cerca de nosotros.