Cuando desarrollamos nuestra confianza en Dios, cuando en medio de las pruebas y trabajos que pasamos, cuando en la vida miramos la Mano de Dios que nos sostiene, nos ayuda y nos libra. Entonces, experimentamos el profundo sentimiento de agradecimiento hacia l. Entendemos claramente que somos de l, y que dependemos de l Eternamente. Porque con Amor Eterno te he amado. (Nos dice el Seor).