Hace casi cien años, un domingo 18 de octubre de 1925, un grupo de amigos del concejo de Parres, amantes de los viajes en coche, llega a una zona especialmente singular, y con una riqueza paisajística, que no se podían dejar pasar por alto. El fitu
Las fotos que realizan, y la vista privilegiada sobre los valles, la costa y los picos, les da la idea, de construir un mirador.
Las aportaciones de instituciones públicas, personales y la colaboración altruista de personas, contribuyeron a la creación, en solo dos semanas, de una de las obras más singulares y conocidas del concejo de Parres y de la comarca oriental asturiana.
Dos semanas de intensos trabajos, en los que participaron decenas de personas, y en los que Pimentel y Sánchez del Vallado, fueron dos auténticos pioneros del turismo.
El Mirador del Fitu, es sin duda un claro ejemplo de colaboración entre pueblos y personas, un tributo al paisaje asturiano, estamos ante uno de los proyectos mejor ideados para contemplar nuestro Paraíso Natural.