En esta glosa se encuentra el relato e interpretación de lo leído hasta ahora del libro la isla del tesoro, en esta parte se llego a leer hasta la parte tecera de forma completa, pero, se saco la cita la cual da un panorama del capitulo final de la parte dos, la cual es: «Y tambien este segundo fue dado con toda el alma. Inmediatamente los tres caballeros bajaron al camarote y poco después enviaron a por mí con el pretexto de que "Jim Hawkins hacía falta" abajo.
Los encontré sentados en tormo a la mesa; ante ellos había una botella de vino español y pasas, y el doctor fumaba con agitación y se había quitado la peluca, que tenía sobre las rodillas lo que era señal en él de la máxima ansiedad. La portilla de popa estaba abierta, pues era una noche en extremo calurosa, y se veía el rielar de la luna en la estela del barco.
-Ahora, Hawkins - dijo el Castellano-; creo que tienes algo que contarnos. Habla.
Así lo hice, y en tan pocas palabras como pude relaté cuanto había escuchado de Silver. Ninguno me interrumpió; los tres permanecieron inmóviles y con sus ojos fijos en mí hasta que terminé en mí hasta que terminé mi historia.
-Jim - dijo el doctor Livesey-, siéntate.
Me hicieron sentar a la mesa junto con ellos; me sirvieron una copa de vino y me llenaron las manos de pasas. Enctonce, uno tras otro, y con una inclinación de sus de sus cabezas, brindaron a mi salud como agradecimiento por lo que consideraban mi valentía y mi buena suerte.
-Y ahora, capitán - diho el Castellano-, Tenía usted razón y yo estaba equivocado. Condieso que soy un asno y espero sus órdenes» (Stevenson, 2004, p.89)
Referencia: Stevenson, R. L. (2014). La isla del tesoro. México: Grupo editorial Tomo.