Muchos países han sido ambiguos en sus discursos frente a los combustibles fósiles y se ve lejana la posibilidad para que dejen de financiar industrias como la del carbón, el petróleo o el gas, que son las que más contaminan. En la Cumbre Climática se debate este doble discurso y también la promesa incumplida de la financiación de 100.000 millones de dólares anuales por parte de los países ricos a las naciones en vía de desarrollo.