La depresión te sume en una tristeza, y te aparta de los que amas. ¡No tienes porqué mostrar a los demás una apariencia de que todo está bien cuando no es así! Quítate esa carga, y busca apoyo entre tus más cercanos y amigos en la fe. Habla de lo que te ocurre y sobre todo háblalo con Dios, el promete estar contigo hasta el fin de los tiempos, y es quién te comprende más que nadie. Ten paz, quizás ahora esté oscuro, pero el amanecer llegará.