¿Te ha sucedido que tienes ideas innovadoras y quieres hacer ciertos cambios sustanciales en el trabajo, en tu casa, o en tu comunidad, pero cada vez que asomas la idea de un cambio, consigues a alguien que interfiere en tus planes y no te deja? ¿Te gustaría conocer la forma cómo emperadores manejaron a pueblos completos y consiguieron hacer cambios sustanciales?
En teoría, todo el mundo comprende la necesidad del cambio, ¡Tú que me escuchas en este momento quieres un cambio, muy posiblemente te gustaría cambiar de empleo, de pareja, de estilo de vida, cambiar tu forma de alimentación, de imagen personal, yo también quiero un cambio! sin embargo el ser humano es hijo de la costumbre. Demasiada innovación puede ser traumática y conduce a la desobediencia, a una In subordinación, obstaculizando la intención del cambio, frenando tus deseos de optimizar tu entorno.