En este pasaje, Moisés transmite al pueblo de Israel la orden de Dios de hacer una ofrenda voluntaria para la construcción del Tabernáculo. Se les pide que contribuyan con materiales preciosos como oro, plata, bronce, telas de lino fino y pieles, maderas especiales, aceite para el candelabro, especias para el incienso y piedras preciosas para el efod y el pectoral del sumo sacerdote.
Este llamado resalta la importancia de la generosidad y la disposición del corazón al dar para la obra de Dios.