En este episodio, exploramos algunas concepciones erróneas comunes sobre el arrepentimiento y profundizamos en las enseñanzas de las escrituras y los discursos de la Conferencia General que aclaran su verdadero propósito. Basándonos en una discusión con mi clase del instituto, identificamos varios malentendidos:
1. El arrepentimiento es un castigo.
2. Temor al juicio al no tomar la Santa Cena o visitar la oficina del obispo.
3. Creencia de que el arrepentimiento es solo para pecados graves que involucran a líderes del sacerdocio.
4. Pensar que el arrepentimiento es innecesario porque “Dios me ama como soy”.
5. Miedo a la decepción del obispo o los padres.
6. La idea de que el perdón no es posible para pecados repetidos.
7. Una noción extraña de que necesitamos pecar para validar el sacrificio de Cristo.
El presidente Russell M. Nelson, en su discurso de la Conferencia General de abril de 2019, “Podemos actuar mejor y ser mejor”, disipa estos mitos, enfatizando que el arrepentimiento es un proceso de sanación ofrecido libremente por Cristo.
También examinamos Mosíah 26, donde el profeta Alma busca la guía del Señor sobre cómo manejar a aquellos que se han desviado. Versículos clave, como Mosíah 26:21-22, revelan que el perdón se da sin restricciones a aquellos dispuestos a escuchar Su voz y ser Sus ovejas.
Además, consideramos las ideas del élder Bruce C. Hafen sobre la gracia, y la analogía del élder Lynn G. Robbins basada en su experiencia en una clase de física, ilustrando que innumerables segundas oportunidades son parte de nuestro camino para llegar a ser como Cristo.
Únanse a nosotros mientras descubrimos la verdadera esencia del arrepentimiento y cómo refleja la infinita misericordia y amor de Dios.
Referencias de las Escrituras:
• Mosíah 26:15-32
• Doctrina y Convenios 82:7
• Lucas 15
Discursos de la Conferencia General:
• “Podemos actuar mejor y ser mejor” por el presidente Russell M. Nelson (abril 2019)
• “Hasta setenta veces siete” por el élder Lynn G. Robbins (abril 2018)
Lecturas Adicionales:
• “Un Corazón Quebrantado” por el élder Bruce C. Hafen