Jesús en el Evangelio de hoy nos invita a seguirlo en la autonegación que nos libera abrazando con amor la Cruz de cada día, compañera fiel e inseparable de nuestro caminar diario. Saber llevarla con alegría y amor aunque nos cueste sacrificio, es una gran sabiduría. Sabiduría de Dios. Porque la Cruz ha sido elegida por Dios como camino de llegada a la casa del Padre. Porque la Cruz es el camino por el que Jesús caminó y nosotros seguimos caminando sobre las divinas huellas que Jesús con su santísima Sangre nos marcó. Por eso la Cruz la encontramos plantada en los montes del camino de nuestra vida diaria. Recordándonos que la Pasión y muerte de Jesús debemos leerla desde la pasión y muerte de los hermanos de hoy en solidaridad con todos los hermanos crucificados de la tierra víctimas de la maldad de otros hermanos. Porque en ellos como en un Sacramento, está el Cristo sufriente oculto pero real. "Todo cuanto hacéis a uno de mis pequeños a mí me lo haces."  Feliz Semana celebrando la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.

 

Hna. Maria Ruth 

Radio Paulinas Boston