Este ejercicio es sencillo y te invita a dejar ir, soltar las tensiones tu cuerpo y liberarte de pensamientos continuos.
Túmbate unos 10 minutos. Primero, date un momento para que tu cuerpo se aposente sobre la superficie sobre la cual estás tumbado.
Puedes hacerlo en el interior o exterior. Lo más importante es que nada te moleste durante este ejercicio.
El propósito es poder relajar progresivamente cada parte de tu cuerpo, exhalando lentamente el aire por la nariz o boca y confiando en la capacidad de tu cuerpo de relajar profundamente.
Este ejercicio te ayuda a recargar pilas y encontrar tranquilidad después de momentos intensos.
(dibujo: @anarocafatjo_pinturas)