Corrían los primeros 2000. Mientras en España la

cultura del hip hop saltaba al mainstream, en las calles de Madrid nacía una

escena subterránea. Hermanos Herméticos, Perros Callejeros, Chirie Vegas y Elio

Toffana, entre otros, hicieron saltar por los aires los cánones que habían

implantado los intocables popes del rap en español y escribieron sus propias

reglas.  

Su música bebía de los

sonidos negros (desde Funkadelic hasta Mahalia Jackson) y rendía tributo a la

costa este estadounidense al más puro estilo Mobb Deep: rimas secas e

inteligentes que relatan con frialdad el lado menos agradable de las grandes

ciudades: la falta de oportunidades, la depresión, las drogas, la delincuencia

y la mala vida.

“Algunos de los

protagonistas siguen por ahí. Otros por una cosa u otra se han salido. Y otros

nada”, dice Jerva (Autofan) en el comunicado que acompaña al lanzamiento de

esta mixtape compilada por Fabianni, miembro de Agorazein y uno de los

productores más talentosos de la escena, siempre preocupado por ensanchar la

cultura underground.

Es cierto: muchos de estos

nombres desaparecieron sin más de un día para otro, es probable que los rappers

más jóvenes ni siquiera hayan oído hablar de nombres de culto como Chinatown,

Tone, Mitsuruggy y Dolcce Rotta, pero sin ellos hoy no existiría Natos y Waor,

Suite Soprano ni Ayax y Prok, de sus cenizas surgieron artistas que hoy lideran

la escena como C. Tangana, Sticky MA y Kaydy Cain.

José Fajardo