Pablo y Santiago están de acuerdo, afirman lo mismo, pero usan diferentes métodos. Pablo enfatiza que la salvación es obtenida por medio de la fe (para buenas acciones) mientras Santiago hace énfasis en que las buenas obras (acciones) son inevitables como resultados de una fe verdadera. Entonces la fe y la acción deben ir de la mano, Fe para actuar, y acciones que evidencian la fe.