Deuteronomio 28:12 NVI El Señor abrirá los cielos, su generoso tesoro, para derramar a su debido tiempo la lluvia sobre la tierra y para bendecir todo el trabajo de tus manos. Tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado de nadie.
Cuando tú tienes cielos abiertos, aun en los días grises podrás ver a Dios y sus tesoros divinos
viniendo sobre tu vida (lluvia, provisión, sanidad, salvación (así como el maná – Pan del cielo)
Jesús.)
Los sacrificios espirituales mantienen los cielos abiertos; una oración ferviente, la adoración y el servicio a Dios provoca que Dios abra los cielos