Share Fe y Esperanza
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By Rafael y Julia Ramirez
The podcast currently has 18 episodes available.
Julia Habla de la parabola del sembrador en San Marcos capitulo 4 y Rafael habla de El Pueblo de israel en el Monte Sinai Hebreos 12: 18-28
PROGRAMA FE Y ESPERANZA PRESENTADO POR RAFAEL Y JULIA RAMIREZ
REC. 12-29-19
18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,
19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,
20 porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;
21 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;
22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,
23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,
24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.
25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.
26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.
28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
Julia habla de El alfarero y Rafael habla de La Fe
18 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:
2 Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.
4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
LA FE
39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;
40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.
Julia habla de la Parabola de la oveja perdida; Rafael habla de La Parabola de la oveja perdida; Parabola de la moneda perdida y la parabola del hijo prodigo. San lucas capitulo 15:
1 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle,
2 y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come.
3 Entonces él les refirió esta parábola, diciendo:
4 ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pi erde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
5 Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso;
6 y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.
8 ¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla?
9 Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido.
10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos;
12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.
13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.
15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.
16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
17 Y volviendo en sí, dijo: !!Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?
27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.
32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.
33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;
34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.
35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
37 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
11 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Julia habla sobre la historia de como David tuvo la victoria sobre el gigante Goliath; y Rafael habla de La Fe en el texto lema de las programaciones Hebreos 11:1
DAVID Y GOLIATH 1 Samuel 17:
32 Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.
33 Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud.
34 David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada,
35 salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba.
36 Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente.
37 Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo.
LA FE HEBREOS 11: 1
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.
6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Julia habla de la historia de la conversion de Zaqueo en San Lucas Capitulo 19. San Lucas 19: 9 10: dice: Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. (10) Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Rafael habla de Sanidad divina basado en Exodo 15:26. y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.
Julia habla sobre la conversion de Saulo en Hechos capitulo 9; Rafael hable sobre Sanidad divina. basado en Exodo 15:26
Efesios 5: 25-33
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,
30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
LA ORACION DE JABES
1Cron. 4: 9, 10
(9) Y Jabes fué más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor. (10) E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mí territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió. Esta Oración enseña la voluntad de Dios para nuestras vidas y para nuestro futuro. Sí oramos Dios abrirá los depósitos del cielo y nos bendecirá. Es muy importante orar y estar en la presencia de Dios. Seamos obedientes, hagamos lo que Dios quiere cueste lo que cueste. Y el que comenzó en nosotros la buena obra la perfeccionará. Aquí hay cuatro peticiones sinceras y sencillas, pero con un principio capaz y dignas de ser escuchadas por Dios.
Julia habla del Salmo 22; Rafael habla de Sanidad Divina en la Biblia. En: Josué 14:11: Caleb dijo: Todavía estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era mí fuerza entonces, tal es ahora mí fuerza para la guerra, y para salir y para entrar.
Aquí Caleb recibió la palabra, creyó la palabra y aplicó la palabra como lo dice Josué 1:8. Por eso pudo decir: Todavía estoy tan fuerte este día como el día que Moisés me envió. Aquí Caleb ya era viejo, tenía 85 años de edad, pero declara que está tan fuerte como cuando era joven, ¿Por qué? porque creyó y obedeció la palabra del Dios viviente.
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