Palabra de Dios: “no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.” Nehemías 8:10b

Perlas: El gozo que viene del corazón de Dios a nuestro corazón en medio de cualquier circunstancia, allí está nuestra fortaleza. El gozo de saber que Él está al control de todo. El gozo de saber que somos amados. El gozo de saber que Él pelea por nosotros y que Dios nunca ha perdido una batalla. El gozo de saber que Él es fiel y hará que todas las cosas obren para bien. Y la única manera de tener fortaleza en medio de las pruebas es a través del gozo del Señor. Existe una conexión entre gratitud y gozo. Un sacerdote jesuita dijo “No es el gozo lo que nos hace ser agradecidos, es el ser agradecidos lo que nos lleva al gozo”. 

Una persona desagradecida, se ha condenado a sí misma a la insatisfacción y a la amargura. Ya lo hemos hablado esta semana; en contraste, la persona agradecida vive satisfecha, contenta, en absoluta paz y gozosa. Ser agradecido no es una decisión que puedes tomar hoy para toda la vida, es una decisión diaria de ser agradecido, de practicar la disciplina de la gratitud, momento a momento de cada día, por el resto de la vida, pero esto ocurre un día a la vez, un momento a la vez. Por supuesto, los retos más grandes vendrán cuando vengan las tormentas, y allí debes encontrar razones para permanecer agradecido. Allí encontrarás el gozo, la fortaleza, la paz y la victoria.

Si quieres más gozo en tu vida, toma la decisión de ser una persona cada vez más agradecida, no solo con Dios sino con las personas que Él usa para bendecirte. Dentro de la disciplina de permanecer agradecido debes incluir formas prácticas de manifestar la gratitud. Dios disfruta escuchar nuestras oraciones de gratitud, leer nuestras notas de gratitud para Él; pero, además de esto, Él disfruta que tengas la disciplina, la nobleza y la humildad de expresar a otros la gratitud que sientes hacia ellos por las maneras como te han bendecido.

Encuentra, con la guía del Señor, formas visibles, tangibles, de expresar gratitud a otros. No caigas en el error de pensar que las personas saben que tú estás agradecido. No supongas. No pienses por los demás. No es que la gente NECESITE que les des gracias (sobretodo aquellos que dan sin esperar recibir nada a cambio, realmente esperan ni “las gracias”), no es por ellos, es por ti, TÚ NECESITAS expresar gratitud como parte del desarrollo de la disciplina de permanecer agradecido. El expresarles gratitud a quienes te bendicen, a quienes te han dado la mano, ese acto te mantiene humilde, reconociendo todo el tiempo que todo lo que tienes te lo ha dado Dios y que Él ha utilizado personas para bendecirte…por lo tanto debes reconocerlo, expresarlo, decirlo, dar las gracias específicamente. La gloria es solo para el Señor, pero debemos ser agradecidos con los instrumentos que Él utiliza.

Oración: Padre amado, gracias porque estos días me estás llevando a un nuevo nivel de gratitud, y ahora sé que eso significa para mí que tendré paz, que viviré satisfecho, con contentamiento y lleno de gozo, el cual es mi fuerza. Gracias Señor. Y gracias también por cada persona que en esta vida me ha dado la mano. Gracias por cada persona que has usado para enseñarme, guiarme, corregirme, bendecirme. Gracias por cada persona que en los peores momentos de mi vida no me dejaron solo, al contrario, se volvieron más cercanos que nunca. Gracias, gracias, gracias, gracias por cada uno de ellos, y te pido que los bendigas grandemente, que les des el doble de todo lo que ellos me dieron a mí. Amén.

Reto del día: Haz un listado de todas las personas que Dios está trayendo a tu mente. A todas las que te sea posible, escríbeles un mensaje hoy expresándoles tu gratitud, usa palabras muy específicas, mencionando en detalle las maneras como Dios los usó para bendecirte. Puedes ser un texto, una carta, un email, una llamada, o a través de las redes sociales.

Podcast original de canaanusa.org & Liliana García