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Amor a los Enemigos
Palabra de Dios: ““Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.” Mateo 5:38-48
Perlas: Así como lo compartí la semana pasada, esta instrucción de la Palabra es la más controversial y difícil de vivir. Dios ha colocado en mi corazón dedicar estar semana a profundizar más en este tema, que sigamos aprendiendo lo dice Su Palabra al respecto, que oremos los unos por los otros para que el Señor nos dé la capacidad sobrenatural de hacer de esta instrucción parte de nuestra vida, y que podamos disfrutar el fruto dulce de la obediencia.
La semana pasada les compartí acerca de la traición de mi esposo en el año 2005, mis deseos de morirme, y cuando Dios me dijo que esta era la oportunidad para vivir lo que por años le había pedido, que yo le decía en mis oraciones que yo quería aprender a amar como Él amaba. Fue allí también cuando el Señor comenzó a hablarme acerca de mi verdadera condición de mi corazón. Era muy doloroso escuchar todas esas verdades, pero conocer la verdad me hizo libre. Llegó mi tiempo de experimentar el maravilloso milagro del arrepentimiento, realmente enfrentar la Cruz, pedir perdón a Dios y recibir Su perdón y Su limpieza.
Al quitar el Señor todas estas piedras del camino, mi corazón estaba listo para comenzar a ser llena de Su amor. Dejé de ser una mendiga de amor y pasé a ser hija. Fue un proceso, pero comencé a caminar. Ya no estaba yo más al control, Dios estaba al control. Finalmente comencé a dejar a Dios ser Dios y a entender que realmente era Él quien estaba al control de todo. Comencé a obedecer Sus instrucciones día a día, un día a la vez, un momento a la vez; una de las instrucciones diarias era perdonar a mis enemigos, a todos aquellos que se habían confabulado para destruirme. Un tiempo después, la instrucción ya no era solo perdonar, ahora Dios le agregó que no podía hablar mal de mi esposo. Más adelante me pidió que orara por la libertad y la sanidad de Jaime, y en particular que orara por el regalo del arrepentimiento genuino para Jaime.
¡No sé a qué horas, pero quedé matriculada en la Escuela Ágape! La Escuela del Amor de Dios…y no me preguntaron! Estaba viviendo la experiencia de aprender a amar a mi enemigo, bendecir al que me maldice, orar por aquel que me destruyó…aprendiendo a amar como Dios ama, sin condiciones, sin falsas expectativas, sin agendas, sin egoísmos. El conocer y recibir esta clase de amor, el amor Ágape, el amor de Dios, marcó el inicio de una nueva vida para mí y para mi familia.
Me matricularon en la Escuela Ágape en el año 2005, y aún estoy allí porque sigo aprendiendo, sigo pasando a siguientes niveles, sigo siendo retada en esta Escuela, y creo que estaré allí hasta que Cristo venga o me vaya yo con Él. Tal vez seré Promoción 2072!!! Cuando cumpla 100 años
Lee completo este devocional descargando nuestra app: https://urlgeni.us/0MujO
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Amor a los Enemigos
Palabra de Dios: ““Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses. Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.” Mateo 5:38-48
Perlas: Así como lo compartí la semana pasada, esta instrucción de la Palabra es la más controversial y difícil de vivir. Dios ha colocado en mi corazón dedicar estar semana a profundizar más en este tema, que sigamos aprendiendo lo dice Su Palabra al respecto, que oremos los unos por los otros para que el Señor nos dé la capacidad sobrenatural de hacer de esta instrucción parte de nuestra vida, y que podamos disfrutar el fruto dulce de la obediencia.
La semana pasada les compartí acerca de la traición de mi esposo en el año 2005, mis deseos de morirme, y cuando Dios me dijo que esta era la oportunidad para vivir lo que por años le había pedido, que yo le decía en mis oraciones que yo quería aprender a amar como Él amaba. Fue allí también cuando el Señor comenzó a hablarme acerca de mi verdadera condición de mi corazón. Era muy doloroso escuchar todas esas verdades, pero conocer la verdad me hizo libre. Llegó mi tiempo de experimentar el maravilloso milagro del arrepentimiento, realmente enfrentar la Cruz, pedir perdón a Dios y recibir Su perdón y Su limpieza.
Al quitar el Señor todas estas piedras del camino, mi corazón estaba listo para comenzar a ser llena de Su amor. Dejé de ser una mendiga de amor y pasé a ser hija. Fue un proceso, pero comencé a caminar. Ya no estaba yo más al control, Dios estaba al control. Finalmente comencé a dejar a Dios ser Dios y a entender que realmente era Él quien estaba al control de todo. Comencé a obedecer Sus instrucciones día a día, un día a la vez, un momento a la vez; una de las instrucciones diarias era perdonar a mis enemigos, a todos aquellos que se habían confabulado para destruirme. Un tiempo después, la instrucción ya no era solo perdonar, ahora Dios le agregó que no podía hablar mal de mi esposo. Más adelante me pidió que orara por la libertad y la sanidad de Jaime, y en particular que orara por el regalo del arrepentimiento genuino para Jaime.
¡No sé a qué horas, pero quedé matriculada en la Escuela Ágape! La Escuela del Amor de Dios…y no me preguntaron! Estaba viviendo la experiencia de aprender a amar a mi enemigo, bendecir al que me maldice, orar por aquel que me destruyó…aprendiendo a amar como Dios ama, sin condiciones, sin falsas expectativas, sin agendas, sin egoísmos. El conocer y recibir esta clase de amor, el amor Ágape, el amor de Dios, marcó el inicio de una nueva vida para mí y para mi familia.
Me matricularon en la Escuela Ágape en el año 2005, y aún estoy allí porque sigo aprendiendo, sigo pasando a siguientes niveles, sigo siendo retada en esta Escuela, y creo que estaré allí hasta que Cristo venga o me vaya yo con Él. Tal vez seré Promoción 2072!!! Cuando cumpla 100 años
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