Palabra de Dios: “He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?” Jeremías 32:27

“Él les dijo: Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.” Lucas 18:27

Perlas: ¿Cómo vivo algo imposible? ¿Cómo alcanzo algo inalcanzable? Es cierto que esto de amar a los enemigos es imposible para la naturaleza humana, es un reto para nuestra forma de pensar.  Cuando el Señor nos llama al perdón y al amor a los enemigos, no nos está llamando a la pasividad ni a la permisividad, no. Él nos está retando a no permitir que nos convirtamos en lo mismo que aquellos que nos hacen daño. 

El perdón es la estrategia de Dios para que no nos convirtamos en alguien igual o peor que nuestro enemigo. Es lo que hace posible que nuestro corazón no caiga en el lugar donde cayó el corazón de aquellos que nos hicieron o nos están haciendo daño. Realmente Él no nos está pidiendo un imposible, es un reto alto pero viene acompañado de Su provisión y Su poder para lograrlo, además Su compañía, Su guía paso a paso del camino y del proceso para lograrlo.

Jesús nos da acciones, pasos a seguir, cosas que hacer, NO cosas que sentir. Él sabe que si obedecemos, con el tiempo nuestras emociones se ajustan a la decisión espiritual. Dios sabe perfectamente que el verdadero amor no es una emoción ni un sentimiento. Es una decisión y un compromiso de entregarle a los demás lo que hemos recibido de Dios; la decisión y el compromiso de buscar el bien del otro.

¿Cuáles son estas acciones?

-Tomar del perdón que hemos recibido y activamente, en oración, entregar ese mismo perdón a la otra persona.

-Orar por aquel que me ha dañado. Orar por esa persona y su familia. Pedir al Señor que tenga misericordia, que le conceda el don de arrepentirse y el regalo de la sanidad. 

-Bendecir al que me maldice. No hablar mal de esa persona. No tomar acciones de venganza. Revisar detalladamente lo que sale por tu boca: Esto que estoy diciendo ¿Es edificante? ¿Es necesario? ¿Estoy honrando a esa persona o deshonrándola? 

-Dejar la justicia y la venganza en manos de Dios. Si realmente quieres salir de esto, si quieres poder avanzar y dejar todo esto atrás, no puedes estar comprometido con la destrucción de esta persona, al contrario, debes estar comprometido con el perdón, con bendecirla, con hacerle bien, orando por misericordia y arrepentimiento, y desearle el bien, nunca el mal. 

Estas acciones te sanarán y liberarán a ti, pero recuerda que con el tiempo todo ese perdón, amor, misericordia y oraciones, también pueden alcanzar a tus enemigos y muchos de ellos también serán transformados al igual que tú. Pero, indudablemente el gran beneficiado en dar estos pasos serás tú. Te comparto algunos de los beneficios:

-Podrás dejar atrás lo que queda atrás y seguir adelante.

-Serás libre de la ira que consume y daña aún las personas que amas, que están a tu alrededor y que no tienen la culpa de nada.

-Podrás volver a confiar.

-Cosecharás perdón y misericordia.

-Podrás ser testimonio del Reino de Dios, mostrando a otros que hay una mejor manera de vivir.

-Y lo mejor de todo: Cuando perdonas, bendices y amas a tus enemigos, serás llamado hijo del Dios Altísimo. “para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos,” lo leímos en Mateo 5:38-48.

Oración: Padre amado, quiero ser llamado hijo del Dios Altísimo. Quiero obedecer aún las instrucciones más difíciles que están en Tu Palabra porque sé que yo seré el gran beneficiado. Todo lo que me pides que haga es porque es lo mejor para mí. Gracias porque sé que amar a mis enemigos está trayendo libertad y sanidad a mi vida y a mi familia. Toda la gloria es para Ti, Padre. Celebro y disfruto todos las bendiciones que me están alcanzando, que alcanzarán a otros, incluyendo a mis enemigos, por mi decisión de obedecerte Señor.

Lee completo este devocional descargando nuestra app: https://urlgeni.us/0MujO