Fecha:
02/12/2012
Liturgia:
Domingo I - Adviento. Ciclo C, Año I
Lecturas:
Jeremías 33, 14-16; Salmo 24; 1 Tesalonicenses 3, 12-4, 2
Evangelio:
Lucas 21, 25-28. 34-36
Citas utilizadas en la reflexión:
1 Tesalonicenses 4, 15-17
Marcos 1, 31
Marcos 10, 52
Juan 5, 14
Juan 15, 4
2 Timoteo 3, 16-17
Juan 13, 35
Mateo 9, 27-31
1 Corintios 6, 20
Colosenses 2, 14
Romanos 10, 10ss
Isaías 6, 8
Reflexión:
1. El adviento es un tiempo de preparación.
2. La celebración de las posadas son simples fiestas navideñas en las que Dios siempre está ausente.
3. Este tiempo nos invita a reflexionar que nuestra vida es limitada, que algún día va a terminar.
4. Llegará el final de los finales (final finalis) donde todo será consumido para dar paso a un mundo nuevo.
5. El adviento nos insiste en la doble venida del Señor: la venida en el tiempo por el que recordamos su Navidad y su venida definitiva al final de los tiempos o Parusía del Señor.
6. Nadie sabe el día ni la hora de la segunda venida del Señor, por eso debemos estar siempre preparados.
7. El adviento nos invita a estar preparados, no es un tiempo de comilonas, de fiestas, de compras, sino de esperar.
8. Jesús quiere que tengamos una vida plena, perfecta, en armonía con él , donde la familia sea fuente de alegría, de paz y reconciliación.
9. Para Marcos, Jesús desempeña tres ministerios fundamentales: la predicación, la sanación y la liberación y con ello va instaurando el reino de los cielos.
10. ¿Qué vamos a hacer al terminar la misa cuando nos encontremos con los seres que amamos?
11. Debemos tener el mismo corazón de Jesús que se compadece por el hermano que sufre, igual que hizo el samaritano que se acercó al hombre caído.
12. Estamos llamados a ser instrumento de sanidad en nuestros hogares, comunidades, en nuestra iglesia.
13. Nosotros hemos de acercar a la gente al encuentro del Señor y Dios es quien limpia sus heridas y sana sus corazones.
14. Muchas cosas serían mejores si los católicos fuéramos congruentes, si nos interesáramos por acercar a Dios los que amamos.
15. Hemos permitido que el mundo paganice nuestras fiestas de navidad.
16. Nuestra actitud ante Jesús que nos sana debe ser, como el ciego del evangelio, seguirlo por el camino.
17. Si el amor se paga con amor, lo menos que podemos hacer es comunicar a los demás lo que Dios ha hecho por nosotros.
18. Si no permanecemos en Jesús no podemos dar fruto, porque sin él, nada podemos hacer.
19. Los discípulos de Jesús se conocen por el amor que se tienen; eso es lo que los distingue de los demás hombres.
20. Nuestro verdadero amor al padre, a la madre, al hijo, al hermano, se muestra acercándolos a Cristo.
21. El mejor servicio que le puedo dar a Jesús es traerle a un hermano que peligra, para que encuentre en él la vida.
22. No necesitamos entender la sagrada escritura para que Dios puede obrar en nosotros por medio de ella.
23. Los evangelios nos muestran que es la Palabra de Dios la que sana las heridas, a los enfermos.
24. Para que otros conozcan a Dios, hemos de decirle al Señor como Isaías: envíame a mí.
25. El tiempo de adviento es, ante todo, el tiempo de los mensajeros que anuncian la venida del Señor, su cercanía.