Mucho se habla de las cifras astronómicas, la

omnipresencia y el carácter prolífico (productivamente hablando) de Bad Bunny;

pero más bien poco se habla de Feid, alter ego de Salomón Villada Hoyos. Por

mucho que el alcance de artistas como Benito sea importantísimo y

revolucionario para el sector, lo cierto es que hay una generación compartida

con nuevos artistas que vienen destinados a disputarles el trono a Bad

Bunny, J Balvin, Nicky Jam o Daddy Yankee.

El artista colombiano tiene casi 15 millones de oyentes

mensuales fijos en Spotify, canciones que están bordeando los 200 millones de

reproducciones solo en esa plataforma, colaboraciones con los artistas más

grandes de la música urbana latina de corte pop y, tras dos álbumes publicados

estos últimos años, este año, igual que el conejo malo, él también publicó dos

discos.

Tras presentar en las primeras semanas de la pandemia “FERXXO

(VOL. 1: M.O.R.)”, hace tan solo unos días el de Medellín presentó “BAHÍA DUCATI”,

un ejercicio más breve que el anterior (diez canciones frente a las dieciséis

del que publicó en abril) pero, si acaso, con mucha más pegada. Diez hits

como diez soles, en las que desfilan junto a él artistas de la talla de Zion

& Lennox, Sech, De La Ghetto, Ñejo, J Balvin, Maluma, Nicky Jam o Justin

Quiles, entre otros.

El álbum nos presenta a un Feid mucho más cerca de la

canción de radiofórmula (especialmente en “FOTOGRAFÍAS” o en “FERXXO

X ÑEJO”), pero también a un artista lo suficientemente inquieto como para

permitirse licencias que lo acercan a una suerte de reggae de pegada urban

(“JAMAICA” o el remix de “XX” junto a Dalmata), texturas en las que exige a su

falsete para coquetear con el neosoul (“BREAK UP”), el 808 (“otra vez”) o el

r&b contemporáneo (“que putas”) o reggaetones urgentes con olor a medio

tiempo (“NEA”).

Quizá va llegando la hora de empezar a hablar tanto de

artistas como Jhay Cortez, Rauw Alejandro, Dalex o el propio Feid que de los

mismos de siempre. Va tocando.

Alan Queipo