No hay utopía en la aspiración de la felicidad, es una legítima condición humana pero es también una empresa difícil de conseguir pues hay algunos que la abirragan en el otro o la saturan en el ego
No hay utopía en la aspiración de la felicidad, es una legítima condición humana pero es también una empresa difícil de conseguir pues hay algunos que la abirragan en el otro o la saturan en el ego