La perspectiva de Pablo sobre la Iglesia, comprendiéndola como un cuerpo, nos desafía a vivir en comunión y diversidad con sentido de armonía, para hacer presente el mensaje de Cristo en la historia. El evangelio de Lucas nos insta a formar una comunidad de acogida, donde nadie sea rechazado ni discriminado, priorizando a los descartados para anunciar el Reino que Jesús proclamó. ¡Señor, ayúdanos a construir el Reino según tus criterios!