Abel es un joven recién graduado en la Hacienda al que le encargan su primer caso. Trabaja para la Unidad de Control Paranormal, que se encarga de mantener a todos los seres fantásticos a raya, protegiendo a los humanos, un destino que tuvo que aceptar después de que su vida diera un lamentable giro de ciento ochenta grados.
Conoce a Ciro, su compañero, un deslenguado y maleducado profesor que arrastra una historia truculenta a sus espaldas. Como él. Como todos los agentes de la UCP.
Juntos tendrán que investigar unos terribles asesinatos, especialmente sangrientos, sin aparente relación entre ellos. Por el camino, descubrirán la verdad sobre sus respectivos pasados, lo que les llevará a un final sorprendente.
«Los mitos no son leyendas»