No dejemos pasar este hermoso tiempo que nos recuerda lo importante que es estar quietas y conocer que Él es Dios. No corramos como lo hace todo el mundo que nos rodea, sumemos tradiciones que nos ayuden a tener nuestra mente y corazón donde sí deben estar. Enfoquemos nuestros pensamientos, corazón y acciones en el verdadero sentido de la Navidad: Jesús.