A diferencia de nosotros, que no siempre mantenemos nuestra palabra y quebrantamos los pactos que hacemos, Dios siempre permanece fiel a Su palabra. Su fidelidad no tiene ni tendrá comparación.
A diferencia de nosotros, que no siempre mantenemos nuestra palabra y quebrantamos los pactos que hacemos, Dios siempre permanece fiel a Su palabra. Su fidelidad no tiene ni tendrá comparación.