Una Rosario, como siempre, entregada, haciendo su más fiel, que a la vez torpe, intento por hablar de su amor igual que de sus temores. Humana y enloquecida.
"Ahora que ya estoy segura de que lo que hay entre nosotros es real y cierto, le escribiré mucho, sin esperar a que lleguen sus respuestas. Me dará una gran alegría. Quisiera tener mis manos entre las suyas y tomar café con crema. Lo recuerdo mucho. Le soy fiel de pensamiento, palabra y obra. Me cuesta mucho trabajo traducir del francés. Si no fuera por usted haría trampa y leería en la página derecha, ya traducida.
Me gustaría estar cerca de usted y que se enojara pero así,
mucho,
y que me costara un trabajo enorme contentarlo.