Las presiones financieras están presentes todo el tiempo, así que jóvenes y adultos frecuentemente gastan más de lo que ganan. Hacer la distinción entre las cosas que necesitamos y deseamos nos ayuda enfrentar esta situación, al decidir priorizar las compras y gastos necesarios y posponer los deseos para después. No siempre es sencillo, así que es necesario reflexionar y distinguir entre lo que realmente necesitas y quieres.