Florentino Pérez: Empresario y Filántropo
El Liderazgo con Propósito
Nacido en un próspero pero no millonario hogar en 1947, en el corazón de una España aún en la triste sombra de la dictadura, la historia de Florentino Pérez Rodríguez (empresario, ingeniero, dirigente deportivo y expolítico español) es un relato sobre el esfuerzo y el compromiso humanístico. A través de su trayectoria cimentada en la determinación y el trabajo, ese niño nacido en el madrileño barrio de Justicia que no conocía más que la realidad austera de su entorno se convertiría en el presidente de una de las instituciones deportivas más prestigiosas del planeta: el Real Madrid Club de Fútbol, y en el presidente de ACS: una de las mayores y más relevantes empresas constructoras globales.
Su ascenso no solo se mide en términos de éxitos deportivos o económicos, sino también en la capacidad de generar un impacto positivo en la sociedad, dando trabajo a más de 200,000 familias y fundando instituciones benéficas que brindan apoyo a los niños más vulnerables. Cada uno de esos empleos que su empresa, ACS, proporciona representa una vida tocada, un hogar sostenido. Cada puesto de trabajo no es solo un número en una hoja de cálculo, sino una vida que se sostiene, una casa que se mantiene y un futuro que se está construyendo.
La infancia de Florentino Pérez estuvo marcada por una visión del mundo donde la normalidad y el trabajo eran pilares fundamentales. No nació entre lujos, ni en un ambiente donde la riqueza era la regla. Desde pequeño, fue testigo de los sacrificios de sus padres, quienes le enseñaron que el éxito se construye con dedicación y esfuerzo. Esta experiencia temprana moldeó sus valores y cimentó su futuro. En sus propias palabras, “mis valores son la normalidad y el trabajo”, conceptos que han guiado su vida y su carrera.
El contexto histórico en el que creció no puede ser subestimado. La transición de la dictadura hacia la democracia en España fue un periodo convulso pero lleno de esperanza. Florentino vivió intensamente esos cambios, con la ilusión de un joven que anhelaba un futuro mejor allá con sus 28 años. Recuerda con nostalgia aquellos años de transformación social y política, una época en la que el cambio parecía posible. Este trasfondo influyó de alguna manera no solo en su vida personal, sino también en su visión sobre cómo debería dirigirse una gran institución como el Real Madrid.
Florentino ascendió al puesto de presidente del club en el año 2000, un momento en el que el mundo del fútbol empezaba a transformarse. En este nuevo escenario, los clubes se convirtieron en marcas globales, y el Real Madrid, bajo su liderazgo, abrazó esa realidad. Su enfoque fue innovador, llevando la gestión empresarial a un nivel sin precedentes en el ámbito deportivo. Sin embargo, su ambición iba más allá del éxito económico. Florentino siempre ha sido un hombre consciente de su responsabilidad social, demostrando que el deporte tiene el poder para cambiar vidas.
Uno de los aspectos más destacados de su gestión ha sido la creación de fundaciones enfocadas en ayudar a los niños, un testimonio de su compromiso humanístico que no siempre ha sido reconocido. La Fundación Real Madrid, por ejemplo, ha trabajado incansablemente para proporcionar oportunidades y mejorar la calidad de vida de jóvenes en situaciones de riesgo. Estos esfuerzos no son apenas un capricho o un acto de filantropía, sino una extensión de su propia sensibilidad y sus vivencias. El recuerdo de un niño en Bogotá, víctima de abusos familiares, aún le pesa profundamente. La imagen de aquel pequeño que anhelaba escapar de su doloroso presente para encontrar un futuro mejor sigue viva en su memoria y es quizás una de las razones que alimentan su deseo de hacer más por los que menos tienen.
A pesar de su notable éxito, Florentino Pérez ha tenido que enfrentar duras críticas y ataques por parte de algunos sectores, especialmente aquellos que ven en el deporte profesional un escenario de intrigas y rivalidades. Para él, estos ataques son reflejo de un fenómeno más amplio en la sociedad contemporánea, donde el uso irresponsable del periodismo como herramienta de ataque puede cruzar líneas éticas.
En su opinión, quienes utilizan la pluma (los medios de comunicación) como si fuera una pistola, buscando notoriedad a expensas de su figura y del club, pierden de vista la esencia misma del periodismo, del fútbol y del espíritu ocioso y familiar que se debiera fomentar.
Un hombre con sus fortalezas y debilidades como todos que confiesa tener dificultades para dormir desde que perdió a su esposa tras 41 años de matrimonio. Esto no deja de ser un reflejo de la humanidad que se esconde detrás de su imagen de presidente exitoso. Su vida no es solo un cuento de triunfos; es también una narrativa personal llena de desafíos emocionales y profesionales.
Enfrentarse a una nueva realidad en la que la soledad y la adaptación a una vida sin su compañera se convierten en nuevos retos debería estar presente como empatía humana, en todos aquellos que buscan en lo excepcional sacado de contexto o ilegítimo noticias sensacionalistas para atacar a su figura. Este trasfondo de pérdida añade profundidad a su figura, recordándonos que detrás de cada líder hay un individuo que lucha día a día con sus propias batallas.
Criticar su figura implica no reconocer la complejidad de su trayecto. Su reputación, aunque atacada, sigue y seguirá intacta. Florentino Pérez representa un ideal que muchos en secreto aspiran a alcanzar: el equilibrio entre el éxito profesional y una responsabilidad social genuina.
Los detractores del Sr.Pérez, aquellos que encuentran placer en denigrar su figura, deberían detenerse a considerar el impacto de sus palabras. Es fácil desahogar frustraciones a través del insulto, pero es mucho más difícil mirar más allá de nuestras propias pasiones y reconocer el valor de quienes contribuyen al progreso colectivo. La admiración y el respeto deben ser prioritarios en nuestro discurso, especialmente hacia aquellos que, sin buscar necesariamente la gloria, se dedican a mejorar la vida de muchos.
La historia de Florentino Pérez es un recordatorio de que el éxito no se mide únicamente en logros materiales, sino también en el impacto que uno puede tener en la vida de otros. Citar (como pensamiento personal) que el verdadero éxito radica no en lo que uno adquiere, sino en lo que uno aporta.
Desde su niñez y hasta la presidencia del Real Madrid o ACS, su viaje vital es un testimonio de la importancia de la resiliencia, el trabajo duro y el deseo por contribuir al bienestar común. Por todo esto, su figura no solo será recordada en los anales del deporte, sino también en la historia de aquellos que se esfuerzan por construir un mundo mucho mejor.
La crítica vehemente a la que Florentino Pérez se enfrenta, muchas veces provocada por motivos interesados, egocentristas y superficiales; refleja una tendencia preocupante en nuestra cultura: La biografía de Florentino es un testimonio vivo de que el éxito no debe ser un objetivo egoísta, sino un vehículo para el cambio positivo.
Aquellos que lo ven únicamente como un magnate del fútbol o de la construcción no han logrado ver la esencia de su labor: están lastrados por el apego a la negatividad y cegados por la difamación en la búsqueda de notoriedad. Valorar a una persona con una trayectoria tan longeva y compleja desde una óptica puramente subjetiva y simplista resulta un ejercicio limitante que no permite apreciar el cuadro completo.
Y a pesar de todos ellos... Cada vez que un solo niño de las favelas o del los arrabales de Latinoamérica pase una tarde alejado del mundo de la opresión, de las drogas, de las bandas callejeras o las maras... cada vez que ese niño decida pasar esa tarde en algunas de las fundaciones de ayuda a esos menores.... una sonrisa de un niño de Madrid nacido en 1947 resonará en el corazón de Florentino Perez.
Y para concluir, unas palabras del empresario... que no hablan de economía, de títulos ligueros, ni de balances...
"Todas las mañanas hay que levantarse y dar gracias a Dios. Todas las mañanas."
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Estimados oyentes,
Hoy, como podrán apreciar, he decidido abordar un programa diferente en Ecos del Pasado. Aunque pueda parecer que nos alejamos de nuestras temáticas o biografías habituales, creo que es un punto de reflexión contemporáneo valioso.
Las críticas, a menudo desmedidas y carentes de fundamento, que se dirigen hacia figuras relevantes de nuestra sociedad por ciertos sectores de la prensa y periodistas, parecen surgir de un afán por obtener notoriedad, sin considerar el impacto negativo que pueden tener en la vida de otros seres humanos. Este fenómeno resulta, como sociedad, profundamente triste y denigrante.
Es doloroso observar cómo se ignoran logros auténticamente cimentados en la ética y el trabajo. Las críticas hacia estas figuras influyentes suelen centrarse en aspectos que poco o nada reflejan su verdadera esencia como personas y líderes. Este programa nace, precisamente, de la necesidad de poner en valor las contribuciones de aquellos buenos gestores y desmitificar las imágenes distorsionadas que muchos de ustedes puedan tener sobre líderes, artistas y empresarios, las cuales en no pocas ocasiones han sido alteradas por intereses ajenos. No se dejen llevar, y cultivemos juntos una conciencia más crítica.
En conclusión, más allá de las controversias mediáticas, es imperativo reconocer la labor de en esencia buenas personas comprometidas con la sociedad, cuyas acciones han dejado una huella profunda en nuestro tejido social. Agradezco sinceramente su atención y espero que juntos podamos vislumbrar la realidad que subyace tras aquellas personas que, al igual que usted o que yo, sienten una profunda tristeza ante las críticas infundadas, tan comunes (por cierto) en una sociedad que, cada vez más, amparada en una libertad de expresión mal entendida, parecen creer que todo está permitido. que parecen creer que todo vale...
Desde la Sala Copacabana, aqui en la provincia de Almeria. y para Misterios Exóticos; narró y escribió vuestro anfitrión Mark Schindler.
Sean Felices; Gracias.