El control nos desgasta y a nuestras relaciones. Queremos controlar muchas veces pensando que sabemos "qué es mejor para el otro" o en "esa situación".
Nos controlamos para no expresar nuestras emociones, de tal forma que nos anesteciamos y no somos conscientes de lo que estamos sintiendo o percibiendo.
Nos dañamos cuando tratamos de controlar todo lo que pensamos, sentimos o hacemos porque no nos permitimos entendernos y saber de dónde viene ese pensamiento o esa emoción.
Si quiero controlar, no estoy conectado conmigo. Si estoy atento a lo exterior, no estoy atento a mi y por lo tanto mis creaciones y mis proyectos no van a reflejar lo que en verdad deseo, o no se darán con facilidad.
𝐄𝐧𝐝𝐨𝐫𝐚 𝐒𝐨𝐫𝐭𝐢𝐛𝐫á𝐧 / 𝐓𝐚𝐥𝐥𝐞𝐫 𝐇𝐮𝐦𝐚𝐧𝐨
https://www.facebook.com/Taller-Humano