Dios hizo de María un modelo perfecto de unión con Cristo.

Francisco y sus hermanos no tenían monasterios, ni Iglesias, ni terrenos o viñas, ni animales, ni casas, ni otras posesiones donde reclinasen la cabeza. Como peregrinos y extranjeros, teniendo la mirada siempre fija en el cielo.

Para San Francisco, "el libro de la vida" es el Evangelio. Leyendo, meditando y acogiendo el mensaje de este mismo Evangelio fundamentó su vida fraterna

Un corazón de pobre, que se vuelva cada vez más capaz de acoger la Palabra de Dios y nos impulse a llevar una vida más evangélica.

La vida evangélica debe ser el programa de todo cristiano. El franciscano debe vivir el santo Evangelio en su radicalidad con un corazón generoso y dócil al Espíritu Santo.

San Francisco de Asís como un signo profético en el mundo de hoy.

Fr. Juan Escobedo, ofm. Nos presenta el "Novenario Franciscano" como preparación espiritual para la Solemnidad de San Francisco de Asís.