Introducción
La noche de San Juan es considerada una de las noches más mágicas del año.
Pues está arraigada a ritos de purificación, abundancia y amor mezclados con algarabía de las practicas ancestrales paganas.
Juan Bautista es celebrado el 24 de Junio, exactamente 6 meses antes de la víspera del nacimiento de Jesús el 24 de diciembre, lo cual hace de estas dos festividades enlazadas a los solsticios.
Muchos estudiosos no consideran esto muy factible por la diferencia de días entre las festividades agrícolas y las cristianas.
Los Santos y figuras mesiánicas de las nuevas religiones fueron recogiendo los simbolismos y dotes de divinidades locales, espíritus de la naturaleza y Dioses de panteones antiguos, y así podemos observar como las fogatas de San Juan limpian y protegen en las noches más cortas del año y toman la función del sacrificio del Sol y las mismas divinidades Solares, al igual que las aguas toman un papel importante de despojo y renacimiento, como lo es en el bautismo Cristiano y las celebraciones del Solsticio de Verano donde ocurre lo mismo con el elemento agua.
Esto quedó magníficamente representado en el Sueño de una noche de Verano de William Shakespeare.
La víspera de San juan, es como muchas celebraciones, y nos unimos al disfrute, donde compartimos con nuestros seres queridos y celebramos la naturaleza en su esplendor.
En la Edad Media, cuando muchas personas estaban todavía dotadas de los remanentes de la clarividencia negativa, hablaban de Gnomos, de duendecillos, hadas, etc., que vagaban por las montañas y las selvas .
Estos eran los espíritus de la tierra.
También se mencionaban las Ondinas y las Ninfas o espíritus del agua, que habitaban en los ríos y las corrientes de agua, los Silfos, que moraban en las neblinas y brumas que estaban sobre los pozos y las ciénagas, como espíritus del aire, pero no se hablaba mucho de las Salamandras, como estas son los espíritus del fuego, y por eso no son tan fácilmente descubiertos ni accesibles para la mayoría de las personas.
Actualmente se considera a las antiguas leyendas, como supersticiones, pero la verdad es que, cualquiera que esté dotado con la visión clarividente, puede percibir a los pequeños gnomos fabricando la verde clorofila de las hojas de las plantas y dando a sus flores esa multitud de matices delicados y preciosos que constituyen la delicia de nuestros ojos y que bien es importante agradecerles el gran y maravilloso trabajo realizado.
- El Solsticio de Cáncer y la Noche de San Juan-.
- Juan el Bautista: “La voz que clama en el desierto”.-
“En verdad os digo que entre los hijos de mujer no ha salido a luz otro mayor que Juan Bautista; si bien el que es menor en el reino de los cielos es superior a él” (Mateo 11, 11).
Este 24 de Junio se conmemora el nacimiento de Juan el Bautista, primo de Jesús de Nazareth, en medio de ciertas peculiaridades numerológicas: nótese que la suma de las cifras del día es “6” (24=2+4=6), al igual que ocurre en el año y junio corresponde al mes “6”…
Además dias anteriores se celebrará uno de los acontecimientos más importantes asociados al Solsticio de Verano:
La Noche de San Juan, celebración de claros orígenes precristianos.
El término “Solsticio” proviene de las palabras en latín “sol” (el astro rey) y “sistere” (permanecer quieto).
Luego de que el Sol alcanza la declinación solsticial (Cáncer en verano o Capricornio en invierno en Hemisferio Norte) parece detenerse, en un efecto aparente pero de real incidencia sobre nuestro planeta y sobre el Sistema Solar en su conjunto.
Como ha dicho la mística cristiana Corinne Heline en muchas de sus obras, los Solsticios y los Equinoccios han sido celebrados por todos los pueblos, en todas las latitudes, y desde la más remota antigüedad.
El Cristianismo Primitivo no fue la excepción, pero desgraciadamente con el tiempo la situación cambió radicalmente.
Cada festival solsticial o equinoccial era celebrado durante 4 días, comenzando desde el día del suceso astronómico propiamente dicho y extendiéndose por tres jornadas más.
Tal cosa sigue ocurriendo en los exaltados festivales que continúan celebrándose en los Templos Etéricos, a donde pueden concurrir quienes han tejido el “Dorado Vestido de Bodas”.
- Los Solsticios y los Enviados: Jesús y el Bautista-.
El Solsticio de Capricornio o invernal está asociado al nacimiento de Jesús, cuyo alumbramiento ocurrió tres días después de la comúnmente admitida fecha del suceso un 21 de diciembre, el 24 de dicho mes.
Lo mismo, pero en el Solsticio de Cáncer, ocurrió con el primo de Jesús, Juan el Bautista, que nacería un 24 de junio, tres días después del suceso astronómico del 21 de junio.
Los científicos materialistas, que intentan por todos los medios quitar la “carga espiritual” a las religiones, afirman que ambas figuras, Jesús y Juan, son fruto de una “alegoría solar”.
El místico iluminado sabe que todos los grandes guías o avatares del mundo ajustan su vida a la marcha de los astros, y básicamente, a la marcha del Sol por el Zodíaco.
Eso ha sido así desde siempre, y ocurrirá por siempre con todos aquellos que sigan el Sendero de la Iniciación.
Algún día, todos nosotros experimentaremos el “nacimiento iniciático” un 24 de diciembre, y seguiremos nuestro desarrollo espiritual acorde a los “festivales mayores” (Solsticios y Equinoccios) y a sus “fractales menores” (las cuatro fases Lunares).
De esta manera, cobra sentido el famoso adagio de los Alquimistas: “dentro de la Naturaleza, todo; fuera de la Naturaleza, nada”.
Domingo de Servicio Devocional Dominical
Tema de Estudio
Exponente
Rafael Iñiguez Herrera
22 de junio 2025.