Me invitaron a un funeral en una mansión antigua, donde me dieron una lista de reglas extrañas. No entendía el porqué de esas reglas, pero cuando se empezaron a romper, el terror real se desató. Los asistentes no eran lo que parecían, sus sonrisas macabras revelaban algo monstruoso. Esta historia de miedo y terror, al estilo creepypasta, demuestra que ignorar las advertencias puede llevarte al peor de los destinos.