Por ahí andan rumores que quieren empezar a vengar de la gente honrada al azar, hagan eso y no va a haber un tiempo de comida en la cárceles, uno, a ver cuánto tiempo duran sus hombres ahí dentro. Les juro por Dios que no comen arroz. Y no me importa lo que digan los organismo internacionales, que vengan a proteger a nuestra gente, que vengan a llevarse a sus pandilleros. Vamos a ir y vamos a atrapar a los delincuentes adónde quiera que estén, adónde quiera que se escondan, pueden correr, pueden esconderse, por un tiempo. Pero tarde o temprano la justicia lo vas a alcanzar. Pobrecitos, cómo les estamos quitando sus derechos en las cárceles, pobrecitos cómo le quitamos la colchoneta. Pero no dijeron nada cuando ellos le quitaron la vida a los salvadoreños, cuando ellos le quitaron la tranquilidad a nuestro país. Siempre va a haber, lastimosamente, una madre que cree que su hijo es inocente, tal vez su hijo ha matado a 10 personas, pero ella cree o quiere creer que su hijo es inocente. Hoy más que nunca tenemos la certeza que los salvadoreños al fin, somos dueños de nuestro destino.